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Colgantes de Cuarzo lemuriano en la tienda de Shiva y Luna, Leganés
Cuarzo
Lemuriano
Como semillas de plantas cristalinas fueron sembrados para ser recuperados por aquellos trabajadores de la luz, que tuvieran que trabajar conjuntamente con ellos.
Son regalos de la creación: ellos tienen mensajes que amplifican en sus receptores, aportan su luz, maestría, belleza y fuerza siempre y cuando estemos abiertos.
Como semillas de plantas cristalinas fueron sembrados para ser recuperados por aquellos trabajadores de la luz, que tuvieran que trabajar conjuntamente con ellos.
Son regalos de la creación: ellos tienen mensajes que amplifican en sus receptores, aportan su luz, maestría, belleza y fuerza siempre y cuando estemos abiertos.
Cuando
se medita con un cuarzo lemuriano se puede sentir:
Amplificación
del campo energético. Se produce una expansión inmediata, que te pone en tu
frecuencia de meditación, actuando de "sintonizador" cósmico.
Contador de historias: estos cristales tienen "estrías, hologramas, ventanas, arco iris...", toda una serie de símbolos y señales que, a medida que se profundiza su relación con ellos, va desvelando historias cósmicas, relatos de creación y memorias rescatadas de tiempos inmemoriales para empezar a interactuar con ello.
Amistad cristalina: cuando encuentras un cristal lemuriano es como encontrar un viejo amigo, un ser entrañable que sabías que existía, pero nunca se había mostrado ante ti. Hacen realidad la conexión con el reino mineral, a veces tan incomprendido, de una manera tan mágica y especial, que es una experiencia inolvidable. Estos amigos cristalinos vibran a frecuencias de amor, unión, presencia...
Acceso a múltiples dimensiones: porque a través de sus facetas, empiezan a expandirse frecuencias de conexión con otras realidades. No en vano, culturas ancestrales, decían que los cristales eran "la tribu más antigua", más que la de los vegetales, los animales y por supuesto que la de los hombres. Cuando una conciencia es tan antigua, más allá de nuestra medida humana, empezamos a sentirnos más pequeños y desde la humildad y la apertura, accedemos a algo mucho mayor.
Contador de historias: estos cristales tienen "estrías, hologramas, ventanas, arco iris...", toda una serie de símbolos y señales que, a medida que se profundiza su relación con ellos, va desvelando historias cósmicas, relatos de creación y memorias rescatadas de tiempos inmemoriales para empezar a interactuar con ello.
Amistad cristalina: cuando encuentras un cristal lemuriano es como encontrar un viejo amigo, un ser entrañable que sabías que existía, pero nunca se había mostrado ante ti. Hacen realidad la conexión con el reino mineral, a veces tan incomprendido, de una manera tan mágica y especial, que es una experiencia inolvidable. Estos amigos cristalinos vibran a frecuencias de amor, unión, presencia...
Acceso a múltiples dimensiones: porque a través de sus facetas, empiezan a expandirse frecuencias de conexión con otras realidades. No en vano, culturas ancestrales, decían que los cristales eran "la tribu más antigua", más que la de los vegetales, los animales y por supuesto que la de los hombres. Cuando una conciencia es tan antigua, más allá de nuestra medida humana, empezamos a sentirnos más pequeños y desde la humildad y la apertura, accedemos a algo mucho mayor.
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